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27 dic 2012

El Guion como género literario

"Escribir un guion es una obra literaria y además de las de mayor enjundia. Porque no se suele pensar ni se suele reconocer, pero es igual, te lo digo yo. Un guionista es un tío que inventa una situación, unos personajes, unos problemas, unos diálogos... Entonces ¿qué le falta para ser un escritor? Nada. Ya lo tiene todo". - José Luis Borau

El eterno debate sobre si el guion tiene capacidad de ser o no un género literario y si el guionista debe ser considerado o no un escritor parece haber llegado a su fin, al menos en España. El pasado 23 de noviembre, el presidente de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), José Manuel Blecua, anunciaba la creación de un premio de guiones cinematográficos que, a partir de 2013, se otorgará cada año al mejor trabajo de autores españoles y americanos en lengua española.

Con el premio, la RAE reconocía la tesis de su académico José Luis Borau en favor del guion como género literario, y este pudo ver su sueño cumplido antes de su fallecimiento, apenas horas después de darse a conocer el hecho.

Borau, autor de películas como 'Mi querida señorita', 'Furtivos', 'La Sabina', 'Tata Mía' o 'Leo', o series de televisión como 'Celia',  fue uno de los principales defensores del guion como género literario. En su obra 'El cine en nuestro lenguaje' prueba la influencia que ha tenido el séptimo arte - a través de sus guiones- en el lenguaje de las últimas décadas, así como en la literatura española. Hechos innegables a la luz de los datos de la misma.

Borau se situaba en las antípodas de otros autores, principalmente directores, que han esgrimido múltiples argumentos en contra de que el guion alcanzara tal reconocimiento. Entre los ilustres que fervientemente han negado que el guion sea un género literario, encontramos a cineastas de la talla de Andrei Tarkovski, David Cronenberg,  o del español Vicente Aranda.

Este último, por ejemplo, ha sostenido que el guion es sinónimo de "telegramas enviados a técnicos y actores". Sería deseable saber si los autores que coescribieron con él, como Joaquín Jordá o Álvaro del Amo, juzgaban del mismo modo su aportación.  Pero al hablar de Vicente Aranda, cineasta que merece un respeto por su filmografía, hay que tener en cuenta que su manera de ver los guiones está impregnada de una particular perspectiva como director, lo que en su caso le impide, al parecer, poder percibirlos como piezas de valor independiente.

Algo similar le sucede a Tarkovski, quien en 'Esculpir en el tiempo' afirma: "Debo adelantar que nunca he considerado que el guion sea un género literario propio". La perspectiva del director ruso viene, asimismo, determinada por su propia incomprensión del valor del guionista no director, lo que manifiesta cuando establece: "En realidad no entiendo por qué una persona con cualidades literarias -si excluimos motivos meramente económicos- puede querer llegar a ser guionista de cine. Un escritor debe querer escribir. Y quien esté en condiciones de pensar en imágenes cinematográficas..., que se haga director de cine."

Sin entrar a reivindicar lo que sin duda haría una legión de novelistas convertidos a guionistas por puro placer, se hace preciso remarcar que Tarkovski no concibe que alguien pueda desear ser guionista porque le guste escribir guiones, sin intención alguna de llegar a dirigir.  De ahí que también manifieste: "Si un guion tiene la belleza y la magia de una obra literaria, sería mejor que fuera una obra en prosa y no un guion."  Su afirmación parece indicar que el mítico cineasta falla, a su vez, en darse cuenta de que las razones por las que un guion tiene entidad como obra literaria, no son las mismas que podría tener la novela.

¿Pero por qué el empeño en negar al guion el papel que le corresponde? ¿Podríamos, en el caso de Tarkovski, negar que 'La infancia de Iván' sin Vladímir Bogomólov, o 'Stalker' sin la colaboración de Arkadi y Boris Strugatsky en la adaptación a guion de su novela original hubieran dado lugar a obras cinematográficas distintas?  ¿O que una de las más brillantes escenas de "El espejo", salió cuando después de una pelea entre el cineasta y su coguionista, Misharin, este último la reescribió?  ¿Por qué, entonces, ese afán de negar al guion y al guionista - escritor- el valor que le corresponde?

Cronenberg, otro cineasta-guionista de creatividad innegable comparte punto de vista con los anteriores: "Un guion no es literatura. Un guion es un fantasma de algo que todavía no nació". El punto de vista de Cronemberg es comprensible si se refiere a cómo él utiliza los guiones para sus películas. Probablemente si Cronenberg fuera a escribir y dirigir una obra teatral, diría exactamente lo mismo.

La negación del guion como género literario y del guionista como escritor viene, a veces, del propio guionista no-director. Sin embargo, quien piense que la afirmación debe ser cierta simplemente por haberla manifestado un guionista, se lleva a engaño.  La verdad es independiente del rol del sujeto que la afirma. Y así que un guionista no reconozca aquello que es, no le hace menos de aquello que es, aunque lo niegue.

Hay quienes se aferrarán al argumento de que el guion es solo un medio para que lo escrito sea representado. ¿Pero acaso no lo es el teatro? ¿Acaso la obra escrita teatral no es una historia para ser representada? ¿Acaso no se compone de diálogos que serán dichos y actuados por los actores que darán vida a los personajes? ¿Acaso no contienen instrucciones del autor al director o actores a través acotaciones, o sugerencias escenográficas para que sean en cuenta al representar la obra? ¡Por supuesto que sí! ¿Y eso priva o debe privar de que se considere a la obra teatral escrita un género literario?

El guion guarda la misma relación con una película que la obra teatral escrita con la obra teatral representada. Que un guion o una obra teatral escrita hayan nacido para ser objeto de una metamorfosis y convertirse en película o en obra teatral, no los hace menos obras literarias.

Todo analista o asesor de guiones que se precie, reconoce que de vez en cuando, entre los muchos que le toca leer, se encuentra con pepitas de oro que le producen auténtico placer. Y esto es un fenómeno independiente del hecho de que sean o no producidas más adelante. Poseen capacidad  propia -a través de la simple escritura- de generar sensaciones a ese analista o asesor, y por extensión al público potencial que las lea.  Por tanto, ¿en base a qué le negamos el derecho a la existencia como obra independiente? ¿Por qué privar del deleite de la lectura de esas obras si las industrias audiovisuales no hubieran decidido llevarlas a cabo? ¿No sería justa su publicación para que el lector pudiera leerlas e impregnarse, así, de sus universos, personajes, tramas, atmósfera...?

Afortunadamente para el guion y para los guionistas que se consideran escritores, Borau y la RAE están lejos de encontrarse solos. Cientos de guionistas y miles de personas opinan de forma análoga. Conocidas son las argumentaciones de guionistas que reivindican el valor propio de sus aportaciones a la obra, como es el caso de Guillermo Arriaga, quien ha afirmado: "Las películas también tienen una narrativa. El guion también puede ser un género literario. Al final, lo que el espectador se lleva al salir del cine es una historia". Más allá de nuestras fronteras hispanohablantes, Charlie Kaufman afirma: "La única persona completamente creadora de la película es el escritor. El director interpreta el material. Los actores interpretan el material. Todos interpretan el guion".

Borau, Arriaga y Kaufman son solo algunos de los autores que se han dado cuenta de que el guionista es ante todo escritor y que el guion es un género literario. La RAE ha dado un soporte a su manera de pensar con ese premio al guion cinematográfico.

Como en todos los géneros literarios, en el mundo del guion tendremos obras verdes y obras maduras. Algunas nos harán pensar y afirmar que mejor si no se hubieran escrito; pero otras nos deleitarán, nos harán sentir y soñar. Porque siempre, los amantes de la lectura de historias, seguiremos deleitándonos gracias a lo que un escritor escribió, en forma de novela, de obra de teatro ...o de guion.

Valentín Fernández-Tubau

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