-

8 sept 2011

10 consejos para participar en un concurso de guiones

1. No comiences la presentación con una alabanza de tu propio material, como si estuvieses vendiendo una mercancía ajena. Tu sinopsis es el producto. Si tu historia no convence, es inútil que te esfuerces en persuadir a tus lectores con argumentos externos a ella.
2. No abandones nunca la trama principal para ocuparte in extenso de los personajes secundarios. Evita los meandros telenovelescos, según los cuales cada personaje teje su propia trama. No te separes de tu personaje central, es él portador de todos los encantos de tu historia.
3. No describas lo que experimentará el espectador: haz que él experimente directamente la historia.
4. No expliques: si tienes que explicarte, es porque tu historia no se explica por sí sola.
5. Sé ordenado en tu exposición: ten presente que, bajo cualquier estrategia, la estructura que rige tu argumentación obedece, explícita o implícitamente, a la estructura clásica: presentación, desarrollo y desenlace,
6. Evita el melodrama, es bastante posible que estés escribiendo una telenovela personal, así no te des cuenta. Soslaya los tecnicismos históricos, sociológicos, políticos, las explicaciones literarias, huye de las abstracciones: no estás haciendo un ensayo, estás presentando una película a través de tus palabras.
7. No seas moralista, ni apeles a la sensiblería, ni al discurso aleccionador. Prescinde, por sobre todo, de las largas exposiciones de tu filosofía personal: lo que en una charla de amigos puede resultarte profundo o conmovedor, en el ámbito compartido de una película puede lucir trivial.
8. Piensa en el tiempo de pantalla, adecúa tu sinopsis al género audiovisual, date cuenta de que estás haciendo un filme y no un ensayo o un relato literario.
9. Evita la truculencia heredada de películas ya vistas. Propón siempre un enfoque personal, pero sortea la tentación de pensar que estás rompiendo los códigos del cine.
10. Cuida el estilo: el presente es el tiempo verbal por excelencia. Evita el uso del tiempo pretérito y del copretérito (el cine no puede representar el pretérito imperfecto). Esquiva la adjetivación excesiva. Evita las generalizaciones, el cine no tolera las abstracciones. Evade, a la vez, las metáforas rebuscadas y los lugares comunes. Evita la invocación a situaciones que se acumulan, las frases que comienzan con “Un día….”, como si estuvieses narrando un cuento o una novela. Escribe una película.

27 ago 2011

Lo bueno de lo malo: Los Ojos de Julia

Lo fallido tiene una invalorable utilidad: nos señala la ruta que extraviamos, la hechura a la que apostamos y erramos. Yo creo que uno debe almacenar, en el mismo saco de los filmes amados y perfectos, una buena cuota de películas descarriadas. Y aprender a leer, en el dibujo de sus desaciertos, las enseñanzas que nos obsequia toda estructura ineficiente. He incorporado a mi talego particular Los ojos de Julia, la película escrita por Guillem Morales y Oriol Paulo, con dirección del primero y producida por Guillermo del Toro, una obra intachablemente insolvente, porque tiene todo lo que necesita tener un filme dramáticamente pleno, pero en el lugar equivocado. Un rápido inventario de las revelaciones que, por omisión, nos entrega el guión de Los ojos de Julia:

· Los ojos de Julia nos habla de la importancia que reviste la unidad dramática, cuando por tal entendemos la necesaria cohesión entre tema, trama y personaje. El tema del filme tiene que ver con la entrega amorosa (está en el título: cuando se quiere de veraz, se es capaz de sacrificar los propios ojos por conservar la mirada de la persona amada). La trama está en la sinopsis de contratapa: una mujer que está perdiendo paulatinamente la vista intenta investigar la misteriosa muerte de su hermana gemela (IMDB). Y el personaje central, bueno…, es esa mujer que está perdiendo la vista y es, a la vez el marido de la mujer que sacrificará los ojos por ella y es, además, el asesino que mata a las mujeres que están perdiendo la vista porque odia a su madre que se hace pasar por ciega. ¿Está claro, no?

· El asunto es que en los Ojos de Julia —como en tantas películas extraviadas— conviven excelentes ideas que pertenecen a películas distintas (las cuales, como suele suceder, terminan amalgamándose en una discordante mezcla de géneros). Hay una intensa historia de amor que culmina en el sacrificio de un hombre que dona sus ojos –desgarrado Edipo erótico— para que su enamorada pueda seguir viendo el mundo a través de ellos. Hay una sugestiva trama de suspenso en torno a una mujer que investiga el asesinato de su hermana, mientras vive el acoso de su propia enfermedad. Y hay la intriga sobre un personaje oscuro y secundario que deviene en asesino serial y resulta culpable de los asesinatos que ocurren diegética e intradiegéticamente. La historia de amor es el drama que hubiera sido el filme, si el marido de la mujer hubiese sido el personaje central, y toda la estructura de la película hubiera girado alrededor de su problema (investigación y asesinato incluidos). La trama de suspenso es la historia que podría haber estructurado la película si Julia hubiese mantenido su protagonismo, sin extravíos ni cesiones de su rol dramático. Y la trama de intriga —tercera propuesta estructural en esta mixtura de posibles películas— hubiera sido la columna vertebral de una posible actualización de Psycho alrededor de la cual se hubiera tejido una interesante historia de amor imbricada, por qué no, con un asunto policial. Y es que todo está, pero todo compite. Tres estructuras que luchan por dominar, tres películas posibles, que terminan desestructurando la película completa.

· Cuando la estructura hace agua porque los retazos de películas posibles que constituyen el filme entran en competencia, el edificio dramático cede, dejando ver sus empates y sus goznes. Y todo queda fuera de lugar, desnudando su armazón: Julia es una activa investigadora durante media película, y a mitad del filme se transforma en un personaje incapaz de reaccionar, para que el asesino asuma el papel protagónico, y ella devenga en la víctima conveniente. Una vecina insignificante y su hijo, más insignificante aún, pasa a ocupar al primer plano dramático, en una conmutación que, más que un giro, es un vuelco de la trama. Y los antecedentes de la historia de amor, que deberían soportar la propuesta temática principal (el asunto de los ojos de Julia), compiten con los antecedentes del asesino serial, haciendo que el tema final de la cinta se diluya entre lo pasional y lo psicológico.

· Hay un epílogo en todo esto y es que, a menudo, cuando los argumentos dramáticos fallan —cuando falla el diseño de la estructura básica del guión— ninguna operación discursiva puede enmendar los entuertos que provoca su desplome, por más que, una y otra vez, los cineastas se empeñen en remendar las historias con encuadres y explicaciones extemporáneas. El filme termina haciendo lo que puede, trampeando la focalización —esa cámara timadora que escatima el rostro del asesino, como si el suspenso girara en torno a qué cosa hará el camarógrafo en el encuadre que sigue— y exponiendo lo que hubiera podido ser la premisa en un parlamento final de uno de los personajes. Y el resultado, es este filme de colección para quienes atesoramos los naufragios por lo tanto que revelan las bondades de una correcta estructura.

Por: Frank Baiz Quevedo

10 ago 2011

El éxito viene cuando el público se identifica con los personajes

Los novelistas disponen de una libertad creadora que los guionistas no tenemos

Susana Prieto es una sanabresa afincada en Madrid que lleva más de 15 años escribiendo guiones de conocidas series de televisión como «Sin tetas no hay paraíso» o la actualmente en pantalla «El secreto de puente viejo». Ofreció ayer una conferencia dentro del marco de la Feria del Libro en Benavente. En su intervención intentó romper un poco el mito del glamour de la televisión y resaltó las ventajas de escribir una novela sin límites impuestos, solo con la imaginación por montera.

- ¿Cómo se consigue escribir una teleserie con tanto éxito como «Sin tetas no hay paraíso» que fue seguida por millones de españoles?

- No hay fórmulas mágicas. Éramos un equipo de cuatro personas que trabajamos muchísimo la documentación de la serie. El proyecto se basaba en una telenovela que ya se había emitido en Latinoamérica, y nosotros tuvimos que adaptarla a la realidad y a los gustos de la audiencia española. Para ello tuvimos que hacer un profundo trabajo de investigación sobre el mundo de la droga y el narcotráfico. Después de horas y horas de trabajo y un poco de suerte conseguimos obtener el éxito.

- ¿Cómo surge la idea que sirve de germen para un proyecto de una teleserie diaria como «El secreto de puente viejo»?

- Puede haber varias fórmulas. Una consiste en presentar un proyecto a una cadena, y la otra sucede cuando es la propia cadena la que propone a la productora el proyecto. En ésta última detectan cuales son las necesidades de la cadena y te platean el tema casi por encargo. El caso de «El secreto de puente viejo» ha sido un poco de esta última manera. Querían cubrir la franja de primera hora de la tarde con una serie diaria de época. Nos encargaron el proyecto. Aurora Guerra elaboró la primera planificación de lo que podría ser la serie y después contrató al resto del equipo donde yo me encuentro.

- ¿Qué elementos principales debe tener una serie para enganchar al público?

- Si hubiera una fórmula exacta del éxito la utilizaría todo el mundo, pero si se presentan unos personas cercanos a la gente con los que se identifiquen puede atraer al público. Que tengan problemas y emociones. Que sean personajes de verdad, es decir, ni que los buenos no sean buenos buenísimos que a veces parezcan tontos, ni los malos sean malos de cliché. Los personajes necesitan aristas. Que un personaje bueno en un momento dado se pueda equivocar y que uno malo pueda tener momentos se sensibilidad y humanidad. La gente real es así.

- ¿Es necesario saber cómo va a concluir una serie para realizar el guion?

- No. Esto, que tienes que tener muy claro cuando escribes el guion de una película o un libro, no pasa en una serie diaria. Nosotros pensamos en bloques de 65 capítulos que constituyen tres meses de emisión. Las cadenas de televisión organizan su parrilla de emisión de trimestre en trimestre, por eso tú le tienes que presentar una historia que dure tres meses. Si la serie goza del apoyo del público te encargan otros 65 episodios y así sucesivamente. A esto le llamamos «La Biblia», a la trama de estos capítulos. Tienes que saber hacia dónde vas, pero siempre con caminos abiertos para poder realizar otra biblia si te la encargan.

- Una vez que la serie está asentada en la programación, ¿se escriben los guiones pensando en un personaje que ha destacado en ella?

- Depende del caso. En las series diarias te das cuenta que existe un personaje secundario con un papel pequeño en «la biblia» que conecta de una forma especial con la audiencia y le terminas proporcionando más espacio e historia si las circunstancias lo permiten.

- ¿Cómo se llega a saber que la audiencia siente simpatía o antipatía hacia un determinado personaje?

- Internet ha facilitado esto. Mediante las redes sociales como Facebook, twitter, foros, la gente opina y puedes ver como piensan. Por ejemplo en «El secreto de puente viejo» hay un personaje, Hipólito, que a la gente le encanta y lo demuestra en sus comentarios. Además la cadena hace estudios de mercado dirigidos por especialistas para saber la opinión de la audiencia.

- Usted trabaja con un grupo de guionistas, ¿cómo se organizan el trabajo?

- Somos un grupo de diez personas que nos dividimos en escaletistas y dialoguistas. Los primeros deciden qué es lo que pasa. Nos inventamos la historia y la distribuimos por capítulos y secuencias. Al final se conforma un episodio, pero sin los diálogos, que son realizados por el siguiente grupo. En el caso de «El secreto» la función de los dialoguistas es compleja porque el lenguaje es antiguo y tiene que estar muy cuidado. Posteriormente pasa el filtro de la cadena y finalmente a producción.

- ¿Qué diferencia hay entre escribir un guion y un novela?

- Contaré un poco la experiencia de escribir guiones. Los autores de novelas que estarán hoy disponen de una libertad creadora que yo no tengo. La gente tiene una idea como muy glamurosa del mundo del cine y de la televisión, pero al final todo se traduce en horas de trabajo y en limitaciones.

29 jul 2011

Muchos de los mejores guiones no se hacen para cine sino para TV

El escritor y director Paul Schrader, creador de Taxi Driver y La última tentación de Cristo, considera que los mejores argumentos están llegando a la pantalla chica con escritores de gran renombre y que han hecho carrera con películas

"Los tiempos cambian", dijo Paul Schrader, el escritor que ha dado forma a historias como La última tentación de cristo, Taxi Driver y Toro salvaje, quien durante su visita a San Miguel de Allende habló sobre lo complicado que se ha vuelto su labor en el cine, dejando ver que en la actualidad las mejores historias tienen lugar en la pantalla chica y no del todo en el séptimo arte.

"Hace unos días estaba en un set y vi a un maravilloso escritor llamado Aaron Sorkin, el guionista de la película The Social Network, que ahora trabaja en un piloto para HBO (de la serie Skinny Dip), cuando escuché los diálogos que creó, me resultó fantástico ver lo que la escritura puede hacer.

Y es que Paul considera que "muchos de los mejores guiones ya no se están haciendo para películas sino para televisión, por lo menos en EU, el mejor trabajo en cuanto a desarrollo de personajes y diálogos se está haciendo para las series, lo cual es muy bueno y malo también, pero las cosas cambian, no puedes esperar que todo se quede como está", explicó el guionista que con frecuencia trabaja junto a Martin Scorsese.

Y precisamente hablando de la relación que tiene con el director de La última tentación de Cristo, Martin Scorsese, Paul comentó que seguirían siendo ellos mismos de no haber trabajado en conjunto, "yo podría ser yo sin Scorsese, eso es también interesante".

"Creo que no responder es realmente la respuesta, obviamente Martin es uno de los directores más importantes ahora en cuestión de prestigio y no estoy en posición de decir algo por el estilo, todos los guiones están en constante cambio y los mayores cambios se hacen durante el ensayo, como escritor también tratas de reescribir las historias cuando ves a los seres humanos leyendo los diálogos", dijo.

Schrader arribó al país a fin de unirse al jurado internacional en el festival de cine en Guanajuato; sin embargo, su visita no es la primera, el también director organizó hace algunos meses un recorrido por México con la intención de encontrar locaciones y talento que pudieran formar parte de El jesuita, una "película de acción latina" que deseaba rodar al norte del territorio mexicano.

"Este es un momento dulce y amargo", refiriéndose a su estancia en México, "porque había planeado filmar una película que escribí aquí, hice scouting el año pasado en Querétaro y Monterrey y también hicimos casting pero cayó en esta especie de mañana y mañana y llegó otra película, al final pasó mucho tiempo y nunca sucedió, estaba cansado de esperar. Escribí esta historia, pero ya no es mía, quizá alguien más la haga", dijo.

Schrader está presente en el festival no sólo para ofrecer su voto de calidad como presidente del jurado, también para mostrar su trabajo como director en la cinta Mishima: a Life in Four Chapters.

"Sabia de Japón porque mi hermano vivía ahí, mi cuñada es japonesa, me interesé en Mishima de la misma forma que en Taxi Driver porque ambas reflejan esta especie de patología suicida, pero vista desde un lado intelectual, sólo que en Taxi Driver no había tanto de eso", dijo sobre el filme inspirado en la isla asiática.

En sus inicios como director, Paul se dio a la tarea de asesorarse con sus colegas; sin embargo, reconoce que el verdadero conocimiento se obtiene de la práctica. Esto lo descubrió durante los rodajes de sus primeras cintas, Blue Collar y Hardcore.

"En realidad aprendes de tu trabajo haciéndolo, terminas enseñándote a ti mismo sin importar cuántos cursos hayas tomado; cuando inicias debes decidir cómo trabajas mejor o fallas, normalmente te toma una o dos películas descubrir cómo se hace", comentó.

"Tuve la fortuna de haber trabajado en dos buenas, en los setenta durante la apertura de buenos estudios y los ochenta junto a grandes directores y películas independientes. Estuve en buenos momentos; sin embargo, hoy en día cualquiera de los jóvenes que están por aquí te dirá que estos no son buenos tiempos", enfatizó.

Razón por la que contar con su prestigio aminora las carencias "por el tipo de escritor que soy, hago lo que hago. Sí fui afortunado por haber escrito 4 historias para Martin Scorsese y sigo siendo su amigo, pero nunca nos reunimos a platicar sobre lo que hacía. Tengo libertad con los directores".

12 jul 2011

¿Qué sabe un guionista acerca de escribir guiones?

"Los diez pasos para escribir un guion", "Escriba un guion en tres semanas", "Cómo ser un guionista exitoso en poco tiempo".

Cualquiera de estos podría ser uno de los muchos eslóganes por medio de los cuales el mercado audiovisual ofrece diversidad de fórmulas mágicas para alcanzar el éxito fácil como guionista. Tal vez sea por esto que un porcentaje tan bajo de las muchas películas que se escriben y se hacen trascienden lo efímero, lo frívolo y pasajero.

El escritor de oficio, aquel que escribe no para alcanzar la fama y el éxito sino porque la escritura se ha convertido en una forma de vivir, un hábito imprescindible como bañarse todas las mañanas, una forma de sobrellevar el paso de los días, sabe que no hay fórmulas para escribir, que el camino seguro no existe, y que cada página en blanco es tan difícil y azarosa como la primera.

De entrada declaro que no conozco el secreto para escribir un buen guion ni creo que nadie pueda llegar a poseerlo. Creo que, con el oficio, el escritor va teniendo ciertas claridades acerca de su trabajo, de su forma personal de narrar. Pero lo que puede ser cierto para uno, puedo resultar irrelevante para otro.

Tal vez lo único en que podrían estar de acuerdo todos los escritores del planeta es en que no se trata de un trabajo sencillo, y que en la mayoría de los casos no es bien remunerado porque no posee una aplicación 'útil' para el mundo. Los pensamientos contenidos en este texto no son verdades de a puño sino reflexiones personales hechas a lo largo de mis años de trabajo.

Pienso que las historias no se crean, se descubren. Los personajes no se inventan, se conocen. Los acontecimientos que forman la trama del relato tampoco responden al deseo del escritor, sino que son el destino imprevisible pero inevitable de los personajes.

Por supuesto que se requiere de inteligencia racional para escribir un guion de cine, pero no es la inteligencia racional la que asegura un buen guion. También se requieren conocimientos de dramaturgia y estructura dramática, pero tampoco son estos los que garantizan que el relato conmoverá a los espectadores. La industria cinematográfica produce una gran cantidad de películas correctas en sus formas dramáticas, pero carentes de alma, de sangre.

Hay quienes opinan que un buen tema hace una buena película. No estoy de acuerdo. No existen buenos o malos temas. Todas las historias contadas y por contar hablan acerca de los mismos asuntos: amor, odio, deseo, lucha, soledad, sueños, vida y muerte. Son los conflictos fundamentales de la existencia humana. Alguien decía que hasta una piedra puede ser un buen tema cuando cae en las manos de un buen escritor.

¿Qué es entonces lo que hace que una historia se convierta en un evento trascendental? Yo diría que es la mirada paciente y curiosa del narrador. Creo que un escritor es en esencia un observador de la naturaleza humana. Alguien que toma un paso atrás para dejar de vivir la realidad y observarla. Creo que es la forma particular y sensible del escritor de mirar la existencia la que hace especial un relato.

Pienso que un buen guion posee, igual que la vida misma, un misterio insondable, una realidad latente pero invisible. Los relatos que nos cautivan son textos inacabables, abiertos, que escapan a lo obvio y se alejan de lo esquemático.

Este misterio, que creo que tiene que ver en parte con la sutileza y elegancia del narrador, no se puede sintetizar, no se puede esquematizar, empaquetar y vender en forma de cursos y manuales. La capacidad para lograrlo es el resultado de una sensibilidad poética del autor, educada y formada por años de incansable oficio.

Escribir un guion es un proceso motivado por una curiosidad casi obsesiva. No es un asunto de inspiración. Por supuesto que tiene que haber una pizca de ello, pero el trabajo pesado no lo hacen las musas sino el escritor. A veces, escribir un guion resulta una prueba más de fuerza, de resistencia física y mental que una epifanía poética. Solo una testarudez indomable le dará al guionista el coraje para llevar un guion a buen término.

¿Cuál es el origen de una historia? La semilla puede venir por dos caminos: A través de una situación dramática o a través de un personaje. En mi caso, en el comienzo me intereso más por los personajes.

Para mí, ellos son el corazón de la historia, el sol alrededor del cual giran los demás planetas. Luego de que descubro a mi personaje y me he familiarizado con él o ella, hago lo posible por seguirlo, observarlo, dejar que sea él o ella quien con sus acciones y decisiones me muestre el camino de la historia.

Lo fundamental para mí es respetar su autonomía, su individualidad, su libre albedrío. Pienso que en el momento en que un escritor manipula a sus personajes obligándolos a hacer algo ajeno a su esencia, a su forma de ver el mundo, el relato se cierra, se marchita.

Pero no basta con conocer a los personajes. Siento que un escritor debe amar a sus personajes, debe preocuparse por ellos y por su destino como si se tratara de su propia madre. Y con esto no quiero decir que, en esa medida, el escritor dé solo bondad y fortuna a sus personajes. No. No puede hacerlo porque, como ya dije antes, el solo es un observador del drama humano. Pero si él o ella no sienten un cariño entrañable por ese otro ser, difícilmente podrá llegarlo a sentir el espectador.

De un guion se escriben un sinnúmero de versiones antes de llegar a la final. A veces, de una escritura a otra en vez de avanzar se retrocede y hay que detener el carro y echar reversa para ir a buscar aquello valioso que se ha quedado en el camino. Más que escritura, el guion es un acto de reescritura. Ir y volver, ir y volver.

En mi experiencia como guionista me identifico profundamente con el mito griego de Sísifo, a quien los dioses en su ira condenaron a subir una roca monumental a la cima de una montaña una y otra vez, eternamente. Siento que al escribir hay que olvidarse de la meta y concentrase en el proceso. Hacerlo sin el afán de utilidad o logro. Hacerlo sin esperar nada a cambio, hacerlo por el mismo acto de hacerlo.

¿Cuándo se sabe que se ha terminado el guion? Creo que nunca hay una certeza. Se termina el guion más por desgaste o por una necesidad de producción que por convicción. Es lo mismo que preguntarle a un pintor cuándo considera que ha terminado un cuadro. ¿Cómo sabe él o ella que con un trazo más, o uno menos, el cuadro quedaría mejor?

¿Y qué sucede cuando un escritor tiene éxito con un guion? Sospecho que, aunque se le abrirán puertas que hasta entonces habían permanecido cerradas, se encuentra en la etapa más peligrosa de su carrera porque la única forma de seguir adelante es negando su propio éxito, rechazando la tentación de caer en el acto narcisista de repetirse a sí mismo para perpetuar la fama. De alguna manera, igual que Sísifo, bajar colina para volver a subir la pesada roca una vez más.

Uno de los demonios más recurrentes del guionista es el hecho de que la película final siempre es distinta a lo que él o ella imaginaron.

Por lo general el guionista pensará con frustración que su versión mental era mucho mejor que la hecha por el director.

Es un sentimiento válido, mas no útil para el oficio. Si quiere tener algo de paz, el guionista debe aceptar de manera humilde que su trabajo solo es un paso intermedio, pero esencial, para el camino de materialización de un relato audiovisual. Siempre me ha resultado profundamente paradójico el hecho de que siendo lenguajes distintos, a veces antagónicos, para llegar al audiovisual, haya que obligatoriamente pasar por el escrito.

Sin embargo, no todo es malo en el oficio del guionista. Lo digo sinceramente. Aunque no parezca, en el fondo soy un optimista. Vivimos en un mundo carente de sentido. Estamos atrapados en nuestra propia creación delirante y abrumadora.

Los efectos desconocen sus causas y cada día sabemos menos acerca del porqué de nuestra existencia. La razón por la cual intercambiamos historias responde a la necesidad de encontrar el sentido perdido de nuestras vidas. Los relatos son la única ciencia o disciplina que puede poner algo de orden en medio del caos.

Por supuesto, existen otras ciencias que buscan el mismo objetivo, pero gravitan más en el plano racional y, por su carácter erudito, el acceso a estas es bastante limitado. En cambio, no se necesita ser un versado en filosofía o sociología, o tener un PhD, para sentirse tocado por una película, para conmoverse con una historia. O para contarla.

A lo mejor Sísifo entendía que su vida no era tan fútil. Que, con su lucha, daba un poco de luz a la existencia humana, y con esta pequeña satisfacción, la roca, que debía subir por el resto de la eternidad, se hacía un poquito menos pesada.

Por Carlos Franco
Guionista colombiano premiado en múltiples ocasiones. Profesor de la Universidad del Norte.

4 jul 2011

Un plan de Marketing para su Libro

Al comenzar cualquier actividad comercial, tanto sea tradicional como a través de Internet debemos interesarnos en diseñar con tiempo y adecuadamente un efectivo plan de mercadeo "marketing". Una campaña de mercadeo adecuada a nuestro presupuesto es un paso esencial hacia el éxito de nuestro producto o servicio. En el caso que nos compete, como comercializadores de nuestro propio ebook también contar con una cierta estrategia.

Existen muchos planes de mercadeo, pero a la hora de colocar nuestro libro electrónico al mercado cibernético es muy recomendable que dicho plan cumpla al menos con ciertos requisitos básicos para evitarnos grandes esfuerzos que a la postre resulten infructuosos.

1. El target

Como primer paso deberemos definir el "target" o "blanco" hacia donde apuntar nuestros esfuerzos de promoción y venta. Antes de comenzar, pregúntese a quienes desea enviar el mensaje, a quienes desea convencer para que compren su ebook. Es inútil que intente abarcar toda la comunidad internauta, ese océano es inmenso pero a ese nivel aún mas inmesa es la oferta. Estudie la temática de su ebook e intente realizar un perfil del cliente ideal. Dirija su atención a un blanco fijo, jamás dispare al montón o será simplemente uno mas. Especialice su imagen y diríjase unicamente a ese publico especializado.

2. Tamaño de su nicho de mercado

A cuantos usuarios deseo llegar? Podré cumplir con las expectativas de atención al cliente, de entrega del ebook, de asistencia, de compromiso, de tráfico en mi web? Es esencial que sepa de antemano que tan grande puede ser el nicho de mercado hacia donde apunta con su ebook para poder administrar correctamente sus esfuerzos y recursos. Comercializar exitosamente un producto requiere un compromiso de su parte, sepa hasta donde usted es capaz de asumir dicho compromiso.

3. ¿Quiénes seran mis competidores?

Tómese un buen número de días para analizar exhaustivamente su competencia en internet, vea quienes ofrecen productos similares y su manera de trabajar, compare los precios de su competencia, analice cada caso y tome lo positivo de quienes le aventajan en tiempo. No copie estrategias, aprenda de lo mejor de cada una de ellas.

4. Qué pueden aportarme mis competidores?

Estudie productos similares al suyo en el mercado. Cuales son los datos visibles de sus competidores? Cual su presupuesto? Escriba una lista de los 10 competidores de mas peso y analice profundamente cada caso. Asegúrese que su producto es rentable o vea cuales pueden ser las diferencias con respecto a la competencia que pueden hacer de su producto o servicio igual o mas exitoso.

5. El aspecto legal

Infórmese sobre las regulaciones legales que debe seguir. Es vital que usted sepa que está trabajando con un material que respeta leyes y reglamentos vigentes. Consulte con un profesional legal si lo cree necesario o acuda a websites en internet especializados en consultoría relativa al tema. Investigue productos similares y vea las normativas a las que deben acojerse.

Al momento de promocionar su ebook... recuerde tomar en cuenta los siguientes consejos:

1. Brinde al visitante de su web potencial cliente una descripción sólida de su producto. No intente dar demasiadas vueltas, el internauta solo prestará atención algunos segundos, si no logra atraer su interés en ese lapso, habrá perdido un posible comprador.

2. Provea al visitante una comparación de su oferta con las demás similares ofrecidas en internet. Jamás sea ofensivo con sus competidores, un trato de respeto hacia la competencia inyecta un valor agregado al tipo de producto que tanto ellos como usted ofrecen y genera a usted buena imagen. No maquille datos, sea realista en los detalles tanto suyos como de sus competidores.

3. Brinde al visitante una extensa lista de beneficios que adquirirá en el momento de obtener su ebook. Incluya una serie de puntos informando cada beneficio que reporta leer su ebook y las diferencias entre quienes han leido su material y quienes no lo han hecho. Que finalidad persigue su ebook? En que manera hará crecer al cliente?

4. Muestre estadísticas y reportes. Es muy importante apoyar sus palabras con datos. Busque estadísticas y testimonios que complementen y certifiquen la descripción de su producto. Brinde posibilidades de cotejar dicha información con otras fuentes exteriores.

5. Trabaje su imagen. Si usted ofrece un producto propio, en este caso su propio ebook es probable que sea un experto conocedor de la materia. Demuéstrelo en su web de apoyo, brinde asistencia, presente artículos, brinde conferencias, genere credibilidad en sus visitantes ofreciendo gratuitamente una porción de sus conocimientos. No se limite a ofrecer su producto. Coloque sus datos plenamente visibles en su web junto con su currículum, provea una direccion física real y su telefono, fax, e-mail personal, etc. Deje saber a sus visitantes que usted esta allí, plenamente activo. Al cliente internauta le interesa ver personas reales detrás de los proyectos, si usted esconde su identidad sera imposible reclamar su liderazgo en la materia. Promociónese dia a dia e intente ser el numero uno en la materia. Una vez posicionado no habrá ningun ladrón de ideas capaz de superar esa imagen y su actividad estará protegida.

Por Javier Carbajal

1 jul 2011

El deseo y la estructura profunda del guión

Dónde se arraiga el deseo?, ¿Cómo se manifiesta el deseo?, ¿A dónde conduce el deseo? Esas tres preguntas hacen la estructura profunda de un guión. El deseo (en sus múltiples manifestaciones), genera la estructura del guión (en cualquiera de sus variantes). Podría decirse que cada género constituye una contingencia del deseo: el cine de acción, es el anfiteatro de la pasión volitiva; la comedia romántica, la arena del deseo erótico; el cine de terror, el habitáculo de los avatares del pánico; la pornografía, el teleteatro de la pulsión escópica.

Pero la narratividad inherente al deseo no sólo se pone en escena en el cine de género: las derivas pulsionales del deseo hacen de Un Perro Andaluz de Buñuel una gesta en la cual la voluntad interpretativa se topa con los dragones de la condensación y el desplazamiento; el afán de darle un significado a la contingencia personal convierte a El Espejo de Andrey Tarkovskiy en la búsqueda de un sentido a partir de lo que único que se tiene (que tenemos): retazos de conmociones, recuerdos que se hacen imborrables, hilachas de eso que llamamos valores humanos.

Quien quiera encontrar el corazón de su historia debe formularse estas preguntas imprescindibles alrededor del deseo: dónde está el deseo en mi historia, cómo se manifiesta, de dónde viene y a dónde va. Sin deseo, no hay nadie detrás de los acontecimientos y, sin ese deseo exhibido o en la trastienda, no hay historias que cuenten gran cosa. Quienes sustentan la escritura de su guión en el despliegue, más o menos vistoso, de una serie de eventos del mundo y dejan a un lado el deseo (y, por consiguiente, excluyen su propio deseo), yerran de entrada, porque el mundo sólo habla cuando lo hace hablar nuestro deseo.

Dicho en pocas palabras: el deseo es el corazón del guión: con el deseo comienza toda historia y no hay otra historia que la del deseo.

Roland Barthes

13 jun 2011

10 respuestas a los problemas de tu sinopsis

Por: Frank Baiz Quevedo

La idea es genial, pero la historia no está clara

¿Has definido la naturaleza de tu idea inicial? ¿Se trata de una situación? ¿Consiste en la enunciación de un tema? ¿Es más bien una anécdota? ¿Es un personaje que “tienes en la cabeza”? En cada uno de estos casos tendrás crear la estructura básica de una historia. Una historia es algo que le sucede a alguien y que significa algo. Ten eso en mente a la hora de dramatizar tu idea.

Tu sinopsis (*) cuenta lo que le sucede a un personaje, luego lo que le sucede a otro personaje y a otro y a otro… (“Es que todos los personajes son tan interesantes”)

¿Sabes a quién le ocurre tu historia? ¿Sabes, con precisión, qué es lo que le ocurre? Hay un personaje a quien le ocurre la historia (Que exista la posibilidad de que ese personaje sea colectivo o de que tu guión cuente varias historias y, en consecuencia, amerite de varios personajes focales, es otra cosa). Determina quién es el personaje central de tu historia antes de desarrollar tu sinopsis (Este es un aspecto sumamente importante en el método Escriba®).

Tu sinopsis explica el sentido de tu historia

Si necesitas explicar el sentido de tu historia, es que quizás todavía no has elaborado su sentido. El sentido de una historia proviene de su estructura: si tienes una estructura que funciona, todo el mundo entenderá el sentido de lo que cuentas, sin que le expliques más nada. Haz que el sentido de tu historia provenga de lo que le sucede a los personajes y que este sentido se muestre por medio de los resultados que dichos personajes obtienen en la historia.

Tus personaje sufre conmociones internas tan profundas que para contarlas necesitas párrafo aparte

¿Puedes expresar de manera concreta lo que le sucede a tus personajes, es decir, en términos de decisiones y de las correspondientes acciones que provienen de estas decisiones? Si sólo puedes describir tu historia por medio de abstracciones, de la descripción de “estados internos”, o de tu propia interpretación de lo que pasa, es porque todavía no tienes una historia y, mucho menos, un guión. Un personaje es lo que hace: el cine es conductista. Define la conducta esencial de tus personajes y determina cómo cambia esa conducta a lo largo de la historia.

Tu personaje central tiene tantos rasgos interesantes que no sabes como presentarlo en un sólo párrafo

¿Conoces la naturaleza que se pondrá en juego en tu guión? ¿Conoces el rasgo esencial de tu personaje central y sabes cómo se traducirá este rasgo en una conducta observable? No importa si quieres escribir una versión remozada deChinatown de Roman Polanski, o si prefieres aventurar tu propia variante de La Ciénaga, de Lucrecia Martel: en cualquiera de los casos, debes conocer cuál es la conducta rectora de tu personaje central y saber (así sea para ti mismo) cómo se generó una naturaleza que se manifiesta en una conducta observable. (La determinación del rasgo crucial del personaje central es un componente básico en el método Escriba®).

Para explicar el tema de tu historia tendrías que introducir un extenso párrafo dentro de tu sinopsis (“Es que mi historia es muy profunda…”)

El “tema” de tu historia está ligado con lo que le pasa a los personajes, pero lo que le pasa a los personajes no es una simple ilustración del tema. Si tu tema está claro se deduce (en general, inmediatamente) de tu historia. Debes hacer que el tema pueda ser inferido de lo que pasa en tu historia, porque del tema es que habla la historia a través de sus personaje y lo que estos hacen.

No puedes contar tu historia sin referir el argumento

Si tienes que detallar cómo son todos los árboles del bosque, es que no sabes de cuál bosque estás hablando. En ese caso, tu historia tiene problemas de estructura. Vuelve al punto 1 de esta lista.

Tu sinopsis tiene un excelente arranque y un final impactante… nada más

¿Tienes claro cuál es el conflicto visible de tu historia? ¿Tienes claro cuál es el objetivo visible del personaje que mueve la historia? Más aún, ¿tienes claro cuál es la fuerza que se opone a que se alcance la meta visible de tu historia? Sin conflictos visibles las historias no tienen desarrollo, ni los guiones tienen “Acto II”. Si tu sinopsis tiene un gran comienzo, un largo etcétera y un final impactante, resulta que no tienes realmente una sinopsis, sino la versión extendida de una idea. Debes definir la meta visible de tu historia antes de seguir adelante.

Tu historia consiste en la búsqueda de una “verdad interna” y finaliza con la consecución de esa verdad

Una historia puede reseñar el itinerario de una iluminación: muchas historias refieren una epifanía, pero una simple epifanía no necesariamente hace una historia. Si tu historia se reduce a que tu personaje descubre “algo que le falta en su interior”, sin que ese descubrimiento provenga de lo que sucede en su entorno, no tienes todavía un guión. Aunque tu historia requiere de acontecimientos, no consiste nada más en acontecimientos. Debes inventar todos los acontecimientos que necesitan los personajes de tu historia para manifestar su interioridad.

Te emociona más tu idea que tu historia

La acción mueve emociones (Dale un puñetazo a tu laptop y comprobarás inmediatamente esta aserción). Tus emociones deben brotar de lo que les pasa interna y externamente a tus personajes, no del impacto que, en tu cabeza, provocará la idea de tu historia en tus futuros lectores. No des tu historia por terminada hasta que no hayas imaginado al menos una escena que realmente te conmueva.

(*) "Sinopsis", "resumen argumental", "proyecto", o como quiera que queramos llamar al embrión de nuestro guión. No hago distinciones técnicas con relación al término en este post.

RECURSOS PARA ESCRITORES Y GUIONISTAS

Espero poder ayudar con este BLOG a todos los que están interesado en Poder alguna vez vender algunas de sus obras y vivir de ello.En este blog encontraran información sobre como escribir libros también a todos los interesado en la escritura de “guiones“de cine, TV, vídeos juegos o teatro Espero poder ser les útil