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9 dic 2007

LOS SIETE ERRORES DE LOS ESCRITORES.



Quizá te parezcan cosas de lógico sentido común lo que voy a explicarte. Pero sucede que, a veces, las cosas del lógico sentido común no las tenemos siempre presentes. El ejemplo más reciente es un escritor joven y con una primera obra en la calle (un poemario ganador de un concurso) que recurrió a nosotros -cuando aun teníamos el servicio de Obra en curso, de ayuda al escritor en todo el proceso-, porque SABÍA que su primera novela fallaba en los personajes. Pero no sabía en qué o porqué fallaban.

Le pregunté si había leído mucho y me dijo que antes de escribir sí, pero que en este momento leía mucho menos, apenas un libro cada dos meses. Le pregunté su edad y me respondió que tenía... 21 años. Después de varias encuestas y de atentas lecturas de la obra vimos que dos de sus personajes, uno de ellos el principal, no habían vivido mucho, apenas tenían una experiencia creíble sobre la vida. Y se notaba. A nuestro joven autor le faltaban lecturas y vivir más las escenas que ponía en sus personajes .

Y es que quizá lo has oído millones de veces: si quieres escribir debes leer, leer y leer. Leer los clásicos, leer bestsellers actuales, leer periódicos, leer sobre el tipo de material que quieres escribir, leer sobre cómo escribir, leer buena escritura que puedas imitar hasta adquirir tu propia voz, e incluso leer basura para saber cómo no debes escribir. Siempre: LEER. Pero muchas veces nos olvidamos de una pequeña parte no por ello menos importante. Cómo leer es tan importante como qué leer.

En este artículo voy a revelarte cuales son los *errores* más graves que puedes cometer en tus lecturas como escritor. Y todos ellos son relativamente fáciles de evitar. Si los evitas, corregirás mejor tus textos.

NUMERO 1.- No tener calma.

Estamos acostumbrados a leer para buscar información, pasando por alto la escritura en ocasiones y yendo directamente a lo que nos importa. Pero los escritores podemos aprender mucho leyendo lo que otros ya han escrito. Si lees demasiado rápido te perderás muchas cosas. Debes tomarte tu tiempo para escuchar las palabras y su ritmo, sentir los detalles, vivir la historia que te están contando. Piensa en un relato o artículo que disfrutases la semana anterior. ¿Puedes recordar el argumento? ¿Los personajes? ¿La tesis del autor? Si tu respuesta es no... lo leíste demasiado de prisa.

Hay que leer lentamente y totalmente concentrados para percibir un giro inesperado en el argumento, una frase maravillosa o un pequeño detalle. Tómate tu tiempo y piensa por qué funciona esa manera de escribir del autor, por qué ha funcionado contigo. Éste es la clave de cómo mejorar tu escritura leyendo.

NUMERO 2.- No discriminar nunca.


Y me refiero a leer hasta los prospectos de los medicamentos. El trabajo, los niños, la familia, el ocio, tu propia obra... Todo ello nos resta horas dedicadas a la lectura, sobre todo en la vida de un escritor. Si además lees despacio, leerás mucho menos. Quizá parezca una contradicción con el punto anterior. Pero verás... batallar con un libro aburrido y mal escrito es perder el tiempo. Si no te llama la atención una novela al final del capítulo tercero o un relato al finalizar la primera página, olvídalos. Dedícate a leer algo que valga tu valioso tiempo. El tiempo es crucial. Y la vida no es eterna. Si aun así el libro merecía la pena, no te preocupes, ya te lo recomendarán de nuevo. Quizá esa vez lo leas con nuevos ojos.

Tu eres el mejor juez sobre lo que te inspira y motiva, estúdialo, absórbelo. Úsalo para mejorar tu propia escritura.

NUMERO 3.- No leerlo todo.

Terry Pratchett
¿Otra contradicción? Quizá lo parezca. Pero no leer todo lo de un libro que te ha gustado, es también un error. Un libro es un producto, lo quieras así o no. Destinado a generar un beneficio al autor, al editor que arriesga su dinero y al librero que lo pone en tus manos. Lee los libros desde la cubierta hasta la contraportada, incluyendo créditos y dedicatorias. Las biografías de los autores harán que te des cuenta que son personas normales y corrientes como tú y como yo, con horarios para escribir tan apretados como los nuestros. Algunos, incluso, tienen animales de compañía; como la manada de plantas carnivoras de Terry Pratchett.

Las dedicatorias pueden ayudarte a vender tu libro el día de mañana. Puedes ser de los escritores que las ven como halagos baratos e hipocresía... o quizá seas de los escritores que las contemplan como un agradecimiento sincero. Tu eliges. Si buscas un agente para tu libro, léete las dedicatorias de materiales similares.

NUMERO 4.- No escuchar.


NabokovAl leer con calma podrás saborear el ritmo de la escritura. Lo dije antes. Se hace escuchando. Intenta percibir cuando una frase capta tu atención. Léela en voz alta e intenta pensar porqué te interesó. En vez de leer las palabras, aprende a escucharlas en tu interior. Toma notas de personajes que hablen en voz alta y chillona o baja y suave. Intenta imaginarte el sonido. Deja que el silbido del tren o el sonido de los frenos tomen vida en tu mente e intenta descubrir si el autor usó ese sonido en sus frases. Averigua porqué. Busca las aliteraciones. Julio Cortazar usaba el sonido en sus cuentos, y las cadencias del jazz. Y William Burroughs: "Hermosa la ira de un gato ardiendo con puro fuego felino" y Nabokov: "Lolita, light of my life, fire of my loins. My sin, my soul. Lo-lee-ta: the tip of my tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Lee. Ta."

Aprende a escuchar mientras lees porque eso te enseñará a escuchar tu propia escritura, ayudándote a encontrar las palabras más adecuadas para describir sonidos, olores y sabores. También te ayudará a terminar con éxito un párrafo y a equilibrar los siguientes párrafos entre sí. Afina tu oído a la cadencia musical de las palabras, pero no caigas en los ripios. Toma nota de cómo los clichés y las frases hechas y manidas pueden reciclarse en material fresco y nuevo.

NUMERO 5.- No tomar nunca notas.

Patricia HigsmithMientras lees, ten a mano un cuaderno de notas. Mantente alerta para captar una buena estructura gramatical, una metáfora nueva, conjugaciones interesantes... Escribe las frases que te hagan pensar. El acto de escribir puede ayudarte a integrar ese ritmo particular en tu cerebro. Asegúrate de poner el nombre de la publicación y su autor para volver a él otro día. Pon notas para recordarte porqué te llamó la atención esa frase. Cuando encuentres un personaje interesante escribe algo sobre él. Recuerda a Tom Ripley, de Patricia Highsmith. Al Padre Brown de Chesterton. Cualquier otro. ¿Qué le hacía tan atractivo o tan verosímil?

¿Había rasgos de personalidad únicos que hicieran destacar al personaje? Estas notas pueden ser muy útiles más adelante al desarrollar tus propios personajes. También encontrarás personajes aburridos y sin vida, escritura que hará que te rechinen los dientes. Guarda una sección de tus notas para las frases que te ponen los pelos de punta. Busca las que retardan el curso de la lectura (Las que abundan en los adverbios acabados en mente, por ejemplo, a la manera de Lovecraft) y mantén un apartado para ellas. Te ayudará a encontrar las tuyas.

NUMERO 6.- No descansar.

¿Alguna vez has oído hablar de DEJAR DORMIR LA PROPIA OBRA? Una vez terminada y corregida, arroparla y meterla en un cajón, olvidarte de ella, hacer otra cosa que nada tenga que ver con la obra que duerme. Aunque sea un sólo relato de 3 páginas. Cualquier producto de tu creatividad: DÉJALO DORMIR. Descansa. Procura que salga de tu mente completamente (Excepto el lugar donde lo guardaste :-) y no tengas prisa para retomarlo hasta que esto ocurra. ¿Porqué?

Porque al igual que en la vida, que vemos mejor las claves de un problema después del descanso, nuestros ojos serán nuevos cuando releamos ese trabajo. Veremos cosas que antes no vimos y sabremos corregirlas y dar solución a los fallos así detectados. Escribir es reescribir.

NUMERO 7.- No saber cuando parar.


Cuando haya vida a tu alrededor, deja el libro y observa. En el aeropuerto nadie comienza una conversación con alguien con la nariz enterrada en un libro. Como escritor es normal que quizá pases demasiado tiempo solo. Cuando estés con gente alrededor aprovéchalo y observa la vida que fluye. Sé cálido y abierto con los extraños. ¿Qué mejor manera de aprender de la naturaleza humana que coleccionar rasgos de personalidad interesantes, trozos de diálogo e incluso ideas para historias? Raymond Chandler decía que los escritores eran todos unos proxenetas. Prostituyen lo que ven y a la gente que conocen y le dan una vida nueva en un libro, negro sobre blanco. Tu propia escritura será un compuesto de cada autor que hayas leído y admirado, Tus temas habrán salido de cada situación o persona que hayas conocido. En resumen, lee los libros de manera lenta y calmada. Estudia qué es lo que hace que su escritura funcione. Escucha tu oído interior y toma notas detalladas.

Observa el mundo a tu alrededor.

RECURSOS PARA ESCRITORES Y GUIONISTAS

Espero poder ayudar con este BLOG a todos los que están interesado en Poder alguna vez vender algunas de sus obras y vivir de ello.En este blog encontraran información sobre como escribir libros también a todos los interesado en la escritura de “guiones“de cine, TV, vídeos juegos o teatro Espero poder ser les útil