
“Creo que cualquiera puede hacerlo, sólo hay que poner atención en la estructura de las películas. Ver muchas. Nunca estudié para escribir guiones, sólo vi cine. Aunque siempre fui contadora de cuentos, desde que era una niñita. Cuando crecí leía mucha poesía y cuentos, y comencé a escribir, pero nunca imaginé que haría el guión de una película.
“Ahora puedo escribir cualquier cosa. Por ejemplo, en lo personal se me hace más difícil ser periodista”, quien nació en un barrio de los suburbios de Chicago, y que durante un tiempo se ganó la vida como bailarina exótica.
Bailarina o escritora
Es un personaje interesante, mas no por todos los tatuajes de su cuerpo. Cuando se ingresa en su blog de Internet, se descubre que sus aficiones son andar en bicicleta, tener perros chihuahueños, el sexo, el porno “la gente me pregunta por qué me gusta tanto una comedia como una cinta porno; creo que todo es emocional, hasta salir a pasear en bicicleta”, dice.
Asegura que fue bailarina por casi cinco años para “sobrevivir, para conseguir posteriormente lo que quería. Simplemente un día decidí que ya no quería bailar, que lo mío era la pluma y el papel. En un momento de reflexión pensé: bailarina o escritora. De lo primero ganaba bien, pero ya estaba aburrida”.
Parece que el aburrimiento le ayuda a desarrollar su escritura, pues mientras se rodaba Juno escribió el guión de un drama de horror llamado Jennifer’s Body, sobre una adolescente caníbal, cinta que se estrenará en 2009. Además escribió el texto para una serie de televisión de Dreamworks, dirigida por Steven Spielberg: Los Estados Unidos de Tara, sobre “una idea de Steven, quien me invitó a hacer algo sobre una mujer con múltiples personalidades. Cada vez que se despierta es una persona diferente. Sus hijos están hartos de esa patología, de esa rara enfermedad mental”.
Ahora escribe para otro largometraje, también de Spielberg, sobre una historia que sucede en Hollywood.
–Hoy día vive en Hollywood. ¿Qué odia y qué ama de ese lugar?
–Algo que odio más que nada es que la industria es una maquinaria corporativa que te puede convertir en pecador. En ese lugar la creatividad no es lo más importante, no es el valor que más sobresale. Pero hay algo que puedes amar, como el hecho de que aunque provengas de Medio Oriente o Chicago, tienes la misma oportunidad de salir adelante. Es la ciudad de los sueños. Cualquiera puede hacer lo que se proponga.
–¿Pero también es una vida muy plástica?
–Sin duda es una vida sintética, pero sólo si te dejas envolver.
“Para mí ha sido muy cómodo vivir ahí. De hecho yo lo he sentido como un regalo, como una oportunidad de hacer algo que quiero, nunca una cinta como Titanic, pero es bueno tener la oportunidad de crecer.
El galardón no te da fama
–¿No extraña su vida tranquila de Chicago?
–Claro, mucho. Por ejemplo, en Los Ángeles la gente no camina en las calles, algo común en mi barrio. Sólo suben a sus carros, van de compras y regresan a su casa. No hay cultura de la comunidad. Eso es lo que extraño, pero acá he encontrado a amigos que son ahora como mi familia.
Dice Diablo Cody que no por ganar un Óscar eres famoso. “Yo no lo soy; los guionistas no se caracterizan por serlo, no son estrellas o directores, y pueden caminar por la calle como si nada. De hecho odiaría convertirme en alguien famoso, porque al final serás un prisionero. Es mejor solamente expresar tus ideas a través de un periódico, de la televisión o del cine.