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10 ene 2008

Escribir guiones para el lector de Hollywood


El lector importante es aquel que puede firmarle al guionista un cheque por mucho dinero. Suele ser un hombre de más de 40 años. Algunas veces tienes más suerte y te toca una mujer; son más pacientes, sus ojos se mueven más despacio y lo digieren todo mejor. Pero lo más seguro es que sea un hombre de más de 40 años, y lo primero que necesitas saber es que el lector de Hollywood odia leer. Repítelo: ¡ODIA LEER! Tiene un equipo de unas 13 o 15 personas, encargadas de leer todo lo que les llega. Hay una joven china, un joven negro y un joven MBA de Harvard, y todos se encargan de leer el material que les envían los agentes (mucho material), porque estos lectores son un reflejo de la audiciencia. Cada lector puede leer 10 obras por semana. Sólo una de ellas es lo suficientemente buena como para ser enviada al lector de Hollywood. Son guiones o libros, nunca tratamientos o sinopsis; para los tratamientos se suele hacer un pitching de tres a cinco minutos, y la persona que hace el pitching está muy abierta a nuevas ideas. Si el productor propone ideas o cambios, el guionista debe ser receptivo.
Es un deporte de equipo. El lector de Hollywood tiene diez lectores, cada uno de los cuales le envía un guión. Así que el sábado por la mañana le esperan diez guiones. Odia leer. Quiere ir a jugar al tenis, al golf, o a nadar, o a ver películas, pero no podrá hasta que no se lea los 10 guiones. Espera que todos sean una "mierda". Está deseando tirar el primero a la basura tan pronto como pueda. Sería estupendo poder rechazarlo con sólo leer la primera página. A este ritmo, podrá irse a jugar al golf a las 10:00. Coge el primer guión y mira a ver cuántas páginas tiene. Si tiene 130, pensará: "este cabroncete se cree que me va a mantener interesado durante 130 páginas… ¡ya lo veremos!". Se siente negativo, beligerante, y si puede descartar el guión tras leer el primer párrafo, lo tirará. Si el guión tiene 119 páginas, se sentirá mejor, y, si tiene 109, se sentirá bien, no le parecerá demasiado largo.
Sus ojos comienzan por la esquina superior izquierda de la página 1, y se mueven hacia la esquina inferior derecha. Lo más importante a tener en cuenta es la legibilidad. Debes conseguir que a sus ojos les resulte muy fácil moverse, lo que implica usar palabras cortas y sencillas –no complicadas- y un mínimo de descripciones. No describas una habitación con cuatro cuadros a no ser que uno de ellos vaya a convertirse en el arma homicida. No menciones nada específico a no ser que vaya a formar parte de la acción. Describe la habitación con 2 o 3 palabras, haciendo referencia al carácter de la decoración, por ejemplo, en vez de dar detalles. ¡Intenta comprender que sus ojos van a moverse demasiado rápido! Así que tu primera preocupación debe ser facilitarle la tarea, y hacer que sus ojos vayan más despacio sólo porque se topan con cosas interesantes.




Al final de la página 1 algo debe impulsarle a pasar a la página 2. Recuerda que él prefiere tirar el guión a la basura. Yo, personalmente, empleo una situación cómica. De modo que él está leyendo algo, nada complicado intelectualmente hablando, y entonces se ríe, sigue visualizando la situación, el pecho es sacudido agradablemente, y los ojos pasan a la esquina superior izquierda de la página, ávidos de nuevas experiencias alegres. Se van a mover hacia la parte inferior de la página 2, más felices de lo que estaban en la página 1. ¿Dónde debería estar la siguiente situación cómica? Al final de la página 2. El lector va a quedar tremendamente decepcionado si no la encuentra. Va a pensar: "Quizás esto está perdiendo ímpetu". Pero si vuelve a reírse al final de la página 2, pasará a la siguiente página.
La siguiente mejor opción, en caso de que no cuentes con una situación cómica, es una pregunta irresistible al final de la página 1. "¿Te has acostado con ella?"; el lector pasará la página sólo para descubrir si él durmió con ella. Un trueque muy sencillo. Es muy importante que se mantenga este enfoque durante las primeras veinte páginas. ¿Por qué? Porque el lector de Hollywood no tiene ningún compromiso con tu historia, no conoce a tus personajes, todavía no le preocupan sus problemas. Cuando se involucre, le resultará más fácil pasar las páginas. Es una relación, y tú, el guionista, estás manipulando al lector. Una pequeña delicia al final de la página 1 para hacerle pasar a la página 2. Debes hacer que las páginas sigan pasando para que vaya aumentando su sentimiento de compromiso y su interés por tus personajes y sus problemas.
No puedes presentar los problemas de tus personajes en la página 25. No conseguirás que llegue a la página 25. El problema, o el evento extraordinario, debe ocurrir más bien pronto. TU TRABAJO ES QUE SUS OJOS SE SIGAN MOVIENDO, SIN COMPLICACIONES, ALEGREMENTE, Y CONSEGUIR QUE LAS PÁGINAS SIGAN PASANDO.
Dentro de esta arquitectura de la página, hay una serie de cosas que siempre hago. Pongamos que tengo tres líneas de descripción, seguidas por un diálogo. Las dos primeras líneas son muy largas, y la tercera sólo tiene dos palabras. Esto no es bueno. Sus ojos son un músculo, y él tiene más de 40 años. Sus ojos se cansan en seguida. En este caso, tendrían que ir del extremo izquierdo al derecho dos veces, y luego saltar al centro de la página para leer el diálogo. Es preferible escribir dos líneas que ocupen tres cuartos y una tercera que llegue hasta la mitad de la página, para que acabe justo encima de la línea de diálogo.



Y quiero, además, una sintaxis lógica. No me gusta terminar la línea con una palabra como "de". Suena raro, incompleto. A veces sí que termino la línea con la palabra "y", porque deseo que sus ojos vayan a la búsqueda del "¿y qué?". Escribir guiones es manipular sus ojos constantemente. Sé que parece demasiado laborioso, sé que deseas que esto trate sobe tu brillante idea, pero él no llegará al contenido a no ser que le recompenses constantemente por mantener sus ojos en movimiento y por pasar páginas; ésta es tu tarea principal.

Los nombres de los personajes

Estate alerta con respecto a los nombres de los personajes: no debería haber dos nombres que empezaran con la misma letra, o tener la misma longitud. El nombre de un personaje es como el nombre de una marca. Un muy buen nombre para un personaje es, por ejemplo, AZA, porque los ojos del lector ni siquiera tienen que leerlo, puede adivinar de un vistazo quién está hablando. Podrías tener un personaje llamado Beatrice, pero entonces no nombres a otro personaje Bettina, porque recuerda, está deseando ir a jugar al golf, odia leer. Intenta que la apariencia de los nombres de los personajes principales sea fácilmente identificable. El nombre es un logo.
Normalmente, la primera referencia a cualquiera de tus personajes principales no incluye su nombre. "Un hombre joven, lleno de energía, entra en la habitación y tropieza con un perro. Es Bobo". Le has otorgado una acción antes de darle un nombre. Esta acción debe ser un acontecimiento distintivo. Entonces, justo después de darle un nombre, pasas al diálogo: "¿Quién ha puesto a este maldito perro aquí?".
No son reglas estrictas. Pero, por ejemplo, en el caso de una comedia, si tu personaje dice algo gracioso, entonces consigues que el lector se ría. Has creado una relación positiva. O, si tu personaje es un villano, le muestras haciendo algo diabólico, le das un nombre, y entonces el villano dice cualquier cosa diabólica. El villano debe decir algo más creativo de lo que el lector se espera. Debe ser más inteligente de lo que el lector se espera. Los primeras líneas de diálogo de un personaje son algo maravilloso, determinan la idea que se va a hacer el lector sobre el personaje. Pero puede que sea un personaje silencioso, como un Ninja, que viene, mata a alguien y se va. Aún así, debe hacer algo distintivo, como pintar una señal característica en la frente de la víctima antes de irse. Entonces sabes que has dado con un personaje interesante.

Escribiendo guiones para los ojos

En el mundo cinematográfico, dicen que ésto lo es todo (Len emula un primer plano de sus ojos empleando las manos). El primer plano es la toma más importante de cualquier película. Los ojos son, de hecho, el espejo del alma, y los actores de gran éxito podrían decir cualquier cosa con sus ojos. Cuando Rudolph Valentino murió (fue la primera estrella de películas románticas del cine mudo), miles y miles de mujeres se tiraron al suelo, llorando y gritando… ¡porque su amante había muerto! ¿Por qué era tan poderoso? El cine era algo relativamente nuevo, y sus ojos decían "Te voy a hacer el amor ahora". A las mujeres les excitaba porque el mensaje que transmitían sus ojos era tan poderoso, que generaba una respuesta física. Las películas siguen funcionando de la misma manera. John Travolta tiene tanto éxito porque, como él mismo dice, tiene una expresión facial muy transparente. Puedes visualizar lo que está pensando, lo que está sintiendo, no esconde nada. No está sobreactuando y puedes ver perfectamente lo que siente.
Pero, ¿cómo afronta el guionista este tema? Si quieres mostrarle al lector el alma y las emociones del personaje, después de su nombre escribes, entre paréntesis, "ojos brillantes", u "ojos estrechándose", porque, de esta manera, el lector visualiza la cara del personaje. Debe hacerse sólo con los personajes principales, en los momentos más importantes, como medio para adentrarse en el personaje.
Descripciones de los personajes
En la mayoría de los guiones actuales la protagonista femenina suele ser descrita, en líneas generales, como "tan hermosa que no puedes dejar de mirarla. Es tan bella, que te odias por no poder dejar de mirarla, y desearías poder parar, pero te es imposible. Tal es su belleza. Se llama…". Puedes pensar que es demasiado transparente, pero de hecho, cuando la actriz lo lea pensará "¡Esa soy yo!", porque ella es hermosa y los hombres han actuado así ante su belleza. Lo que desea, inconscientemente, es imaginarse a los hombres. Así que se identifica con la descripción, así como el productor, que desea que ella actúe en esta película, porque piensa que es hermosísima.
No todos los personajes tienen que ser bellos, por supuesto, pero si estás escribiendo pensando en una mujer hermosa, yo empleo este tipo de lenguaje porque no sólo deseo venderlo al productor, sino también a la actriz. La descripción de tu protagonista masculino trata sobre energía, o actitud, como por ejemplo “Tiene un magnetismo especial". Es una chorrada, ¡pero ellos se lo creen! Y si entonces le proporcionas una buena acción, haces que tu personaje sea memorable.
La paradoja visual
La primera estrella fílmica mundial fue Charlie Chaplin [...]. Describió a su personaje de pequeño vagabundo así: “Zapatos demasiado grandes, sombrero demasiado pequeño, pantalones demasiado holgados, chaqueta demasido estrecha… no sabrías decir si es un hombre rico venido a menos o un hombre pobre venido a más”. Esta es una paradoja visual. Tu mente crea de forma inconsciente una pregunta para la que deseas obtener respuesta. Paul Newman es un hombre muy atractivo. En una de sus películas, entra en una cocina, coge restos de café de la basura y los usa para hacerse un café. Aquí tienes otra paradoja visual. Este hombre, con apariencia de triunfador, parece estar en horas bajas... ¿cuál será su problema? Woody Allen crea un personaje que nunca podría estar con mujeres bellas, pero que, sin embargo, sí que acaba manteniendo relaciones con ellas. Y deseas descubrir el porqué. Con paradojas visuales se crean personajes mucho más interesantes.



Más despacio, hablemos sobre puntuación
Al principio, deseo conseguir que los ojos del lector vayan un poquito más despacio. El lector está acostumbrado a ver muy rápido, colándose en las películas, en la tele. Y yo quiero que interiorice lo que está escrito en la página, los momentos cómicos… pero si sus ojos van demasiado rápido, no digerirá nada. Odia leer, desea terminar con todo esto lo antes posible. Así que voy a conseguir que lea un poco más despacio usando la puntuación apropiada. Comas, puntos, guiones, "…"; creo espacios en los que poder respirar. Incluso en diálogo empleo "…", nunca "pausa", porque leerlo requiere energía por parte de los ojos. Para pausas cortas empleo "espacio, guión, espacio" ( - ); una pausa más larga podría ser "espacio, guión, guión, espacio" ( -- ), pero normalmente empleo "…", que es una pausa completa.
Tienes que crear pausas, particularmente en el caso de los diálogos. No hablamos con fluidez todo el tiempo. Y cuando la película llega a su último tercio, la historia deja de tratar de muchas cosas y empieza a tratar sobre una sola. La película avanza muy rápido durante el último tercio. Yo empiezo entonces a abandonar la puntuación y acorto las frases, porque quiero que los ojos se muevan más rápido y que aumenten los latidos, la emoción. Así que escrito frases de dos palabras, e incluso de una sola palabra. Por ejemplo, una buena frase de una sola palabra es "Sangre". No necesitas nada más, por ejemplo descripciones. Simplemente pones la descripción y sigues. Recuerda, el lector ya ha leído cien páginas, sus ojos están más cansados, debes proporcionarles cosas nuevas que mantengan su energía, como situaciones cómicas, sexualidad, algo físico, "¡zas!". El conflicto intelectual no energiza los ojos. Me refiero a escribir para forjarte una buena vida. No trato de tirar por la borda tus más profundos pensamientos, pero, si quieres obtener ese cheque, usa las técnicas que he ido desarrollando a lo largo de más de veinticinco años, sabiendo cómo son los lectores.



El síndrome del servicio
Quiero que el lector pase las páginas, no sólo las veinte primeras, sino todas las del guión. Incluso tras conseguir que se interese por la historia. Deseo que el lector termine el guión antes de levantarse para ir al servicio. Un tío de más de 40, al que no le gusta leer... todo apunta a que va a querer darles un respiro a sus ojos y se va a ir al servicio cuando sólo haya leído la mitad del guión. Pero si puedo conseguir que esos ojos se muevan sin complicaciones hacia el final, que las páginas pasen rápidamente, lograré que se lea el guión de una sentada, y sólo entonces irá al servicio.
Si va al baño antes de terminar el guión, el estado emocional derivado de la lectura va a quedar dañado. Pensará en otras cosas, leerá una revista, quizás se tome un tentempié; su cabeza se llenará de otras cosas, ajenas a tus personajes y sus problemas. Pero si consigues que lea el guión del tirón, la emoción continuará creciendo, se reirá y entusiasmará, y entonces pensará: "¡Wow! ¡Creo que esto me ha gustado!". Entonces irá al servicio y se preguntará si realmente le ha gustado…
Y si le ha gustado, entonces tendrá que decidir si va a destinar 50 millones de dólares para hacer la película, y otros 50 para promocionarla. Pero antes pasará el guión a otras personas, quizás a los miembros con más experiencia de su equipo. Y es por ello por lo que empleo estas técnicas. Como guionista, estás creando una relación con el lector. Es un juego de seducción, en el que el escritor debe mantenerse invisible.

RECURSOS PARA ESCRITORES Y GUIONISTAS

Espero poder ayudar con este BLOG a todos los que están interesado en Poder alguna vez vender algunas de sus obras y vivir de ello.En este blog encontraran información sobre como escribir libros también a todos los interesado en la escritura de “guiones“de cine, TV, vídeos juegos o teatro Espero poder ser les útil